Estaba yo en mi habitación estudiando para el examen de mañana de eso (estructura de sistemas operativos), cuando mi estómago empezó a lanzarme indirectas para que le diera de comer. Me he dirigido a la cocina a por algo de papeo, acompañándolo con un refresco.
Como hoy es un día jodiamente caluroso (picos de 35º o así, segun me informaba mi querido wmweather), he ido a por unos pocos cubitos de hielo.
Mi frigorífico es normalucho. No tiene televisión integrada, ni cafetera, ni congela agua al vuelo, ni lo tritura, ni me hace los deberes. Amos, que es tradicional: rellenas el template de cubitos con un poco de agua, esperas unas horas y listo. A que mola..? 😛
Pues weno, yo había puesto los hielos hace unas 3 horas, así que he ido a comprobar si estaban ya helados mediante la avanzada técnica consistente en la medición de la fuerza normal ejercida por el fluído-sólido al intentar ser atravesado por mi dedo índice.
Por desgracia la mayoría de los cubitos eran todavía agua. Pero nada más sacar el dedo del template, el cubito de agua en cuestión ha empezado a convertirse en un cubo de hielo en cuestión de segundos, cual T1000 transformándose. Este efecto no es otro que el comunmente denominado superenfriamiento, en inglés supercooling. Algunos os preguntaréis a ver qué carajo es eso. He aquí una demo que he robado impunemente de la web de uno al que le ha pasado lo mismo:
Me ha sorprendido bastante, no por ser algo nuevo (ya había leido sobre el tema hacía unos meses), sino porque creía que las condiciones necesarias para que se diera el supercooling eran muy estrictas, y por tanto dificiles de conseguir por azar. O tal vez lo mío ha sido simplemente potra!
En cualquier caso, os invito a que lo probéis. Y a ver si alguien consigue que su dedo se quede congelado dentro también :P. Yo lo he intentado, pero solamente se congelaban las esquinas del cubito, quedando mi dedo rodeado por una capa de agua. Una pena. Imagino que harán falta algo más grande que cubitos de hielo, así que ya sabéis como mejorar el experimento 🙂
Por cierto, también existe el supercalienting, pero en ese caso no recomiendo a nadie que pruebe lo de meter el dedo, que igual salís escaldaos 😉
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