Algún día tenía que pasar, y ese día ha sido hoy. He perdido uno de mis compañeros de infancia.
Han sido dos décadas de arañar los curvados arcenes entre recta y recta. De seis mil engañosas revoluciones bajo una carrocería ya vetusta. De puertos, rotondas, acantilados, baches, sinuosas secundarias, callejuelas, autopistas interminables, aparcamientos imposibles. De sufrir a corazón abierto nuestros experimentos audiotuneros. De aguantar como un campeón agonizantes repiqueteos a doble cilindro por llevar media tonelada de personas y equipaje a traves de cientos de kilómetros bajo los insidiosos soles veraniegos.
Barca, brunibús, funeraria, ranchera, papamovil, coche fantástico, brunimovil, el coche de la fiesta… Cada uno te recordará con un nombre, pero ninguno te olvidará (y al que lo haga, que le zurzan el tercer ojo xD).
Venga va, tampoco nos emocionemos mucho, que el reemplazo está coming muy soon akí mismo! Ya habrá hay noticias por estos lares muahahaha! 😈
March 28th, 2009 at 19:01
Jo. ¿Y no pueden arreglarlo y ya esta? como hacen con las personas. Cambiarle las piezas viejas que no funcionen por unas nuevas.
March 28th, 2009 at 21:43
Poder se puede, pero casi que sale mejor cambiar el coche entero por otro igual, sería mas barato. Venden uno en el barrio por 1300 lerus, pero ya q estoy… cojo uno algo mas moderno y tal, q esas cosillas como el aire acondicionado a veces viene bien 😛
April 3rd, 2009 at 00:53
[…] En efecto, éste es el digno sucesor elegido para el viejo Renault 21. […]